Fue operada después de recibir dos balazos y se encuentra estable. Uno de los tiros le habría rozado la médula. En la dependencia atacada hay 46 presos, aunque tiene capacidad para 18 detenidos.
Rocío Villarreal es una de las agentes que fue atacada a tiros junto a sus compañeros en la oficina de guardia de la comisaría de San Justo por delincuentes que irrumpieron vestidos de policías, y que querían liberar a un preso. Al igual que sus compañeros Villarreal no hizo caso a la advertencia que se quedaran quietos y los repelió. Como resultado del enfrentamiento recibió dos disparos. La operaron y se encuentra estable.
El golpe a la dependencia policial se produjo cerca de las 6, cuando entraron cuatro hombres vestidos con gorras y camperas negras, con la inscripción «Policía» en dorado y armados con pistolas. Los delincuentes amenazaron a cuatro policías que estaban en la oficina de guardia y les advirtieron que no actuaran. Los intrusos querían liberar a un preso que estaba alojado en esa dependencia.
Los agentes igualmente sacaron sus armas y se enfrentaron a balazos con los delincuentes. Entre ellos estaba la sargento Villarreal, que recibió dos balazos, en el antebrazo derecho y el abdomen. Fue trasladada de urgencia al hospital Paroissien de Isidro Casanova, donde la operaron dos veces por las heridas que sufrió durante el enfrentamiento. Se encuentra estable y fue derivada al Hospital Churruca, ya que una de las balas le habría rozado la médula, por lo que requiere una atención de mayor complejidad.