Fue en el trayecto entre el estadio de rugby, en Deodoro, y el Centro de Prensa. Sólo hubo un herido leve.
Es el primer llamado de atención importante de seguridad en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Más allá de algunas falsas alarmas, este hecho sí despertó la atención de todo el mundo. Es que un micro que trasladaba a periodistas recibió este martes por la noche al menos dos impactos de bala, en el camino que une el estadio de rugby con el Centro de Prensa.
Sólo un periodista (de Belarús) sufrió heridas leves en una mano en este ataque que ocurrió en la llamada ruta Transolímpica, que une Deodoro con Barra de Tijuca, en instantes en que el trasnporte pasaba cerca de la favela de Cidade de Deus.
Eran diez periodistas (entre ellos Gastón Saiz, enviado de La Nación) junto al chofer, quienes después del susto y con los vidrios rotos continuaron el viaje hasta destino.
«Escuchamos dos impactos fuertes del lado derecho del micro y dos ventanales se rompieron por completo», explicó Saiz sobre lo ocurrido. «A los dos minutos apareció un patrullero que nos escoltó hasta que paramos más adelante para ver los daños», añadió.