El encuentro estaba programado para este sábado 9 de junio. La AFA ya cobró un monto millonario para que se juegue.
Era el rumor que se venía escuchando. Primero bajito, pero en las últimas horas fue cada vez más fuerte. Y al final se confirmó: la Selección argentina no jugará ante la Selección de Israel este sábado 9 de junio.
El encuentro está pactado desde hace tiempo en Jerusalén (para el que se agotaron las 35 mil entradas en diez minutos) e iba a ser el último del equipo antes del Mundial de Rusia 2018. Pero hubo varios factores que terminaron por cancelarlo.
Para Israel, este encuentro iba a ser parte importante de los festejos por el 70 aniversario de la creación de su Estado, y también le servía al equipo nacional para regresar a una vieja cábala al enfrentar a este seleccionado al igual que antes de México’86, año del último título mundial argentino.
Pero la protesta de Palestina por el juego es uno de los motivos de la postergación, ya que los jugadores -en especial Lionel Messi- no quieren quedar en el medio de este conflicto histórico de reclamos de tierras entre estos dos pueblos. El problema mayor es económico, ya que la AFA cobró el cachet de este amistoso (se habla de más de tres millones de dólares).
Con banderas de Palestina y con camisetas de la Selección «manchadas de sangre», una decena de personas se acercó a la práctica que dispuso este martes Jorge Sampaoli en la Ciudad Deportiva «Joan Gamper» del Barcelona para hacerle sentir al conjunto su descontento por el amistoso. Y eso no es todo: el partido formará parte de los homenajes por el septuagésimo aniversario del Estado de Israel.
Los manifestantes sostienen que el amistoso está cruzado por los intereses políticos de la gestión del premier Benjamin Netanyahu y su vínculo con Estados Unidos. Sucede que, en mayo, la administración de Donald Trump mudó su embajada a Jerusalén, ciudad por la que luchan israelitas y palestinos. El día de la inauguración del edificio, murieron 62 palestinos en la Franja de Gaza por disparos de las tropas israelíes durante protestas.
Ahora la Selección queda en un aprieto, ya que debe buscar un rival de peso para este sábado y así tener un examen de calidad antes de la Copa del Mundo. Las opciones son pocas pero ya se están haciendo gestiones, y el encuentro podría ser en Barcelona o en Moscú. Lo más firme hasta el momento es quedarse en España y que el adversario podría ser Malta o San Marino.