Antonio Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, marcó al respecto de la pandemia de Covid-19 que «pasamos la prueba de ciencia, pero sacamos una F en ética».
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, dio por inaugurada la Asamblea General de la ONU bajo un discurso tajante desde el cual advirtió que el mundo está «al borde de un abismo».
«Estoy aquí para encender la alarma, el mundo debe despertarse. Estamos al borde de un abismo y debemos detenernos», partió por señalar Guterres, quien precisó, respecto de la pandemia de Covid-19 que como humanidad «pasamos la prueba de ciencia, pero sacamos una F en ética».
El titular de la organización aprovechó su discurso inaugural para denunciar las múltiples crisis que enfrenta el mundo, muchas de ellas profundizadas por la pandemia de coronavirus que estalló sobre el cierre del 2019 en la República Popular China.
En este sentido marcó que no es posible que «millonarios vayan al espacio mientras millones pasan hambre en el mundo», comparando esta asimetría con el acceso a las vacunas : «Más del 90% de los africanos están esperando la primera dosis», comentó.
«La solidaridad está desaparecida en acción cuando la necesitamos más», sentenció el secretario general y veterano diplomático llamando a realizar medidas no solo en el plano internacional sino también local.
Llamando a los Gobiernos a impulsar reformar tributarias es que el portugués marcó que «los países nunca deberían elegir entre servir a sus deudas y servir a su pueblo».
En otro pasaje de su intervención, el secretario general habló de «una emergencia planetaria» y pidió centrar las políticas ambientales en tres ejes: mitigación, financiamiento y adaptación. «No esperen que otros den el primer paso, hagan su parte».
A nivel global y sobre las distancias en los hemisferios, también llamó a cerrar la brecha de desigualdad económica y, principalmente, de confianza «entre el Norte y el Sur».
«El quiebre de la confianza está desembocando en un quiebre de los valores», aseguró y puso el acento en lo que dijo es una de sus principales preocupaciones: «Los golpes de Estado están de vuelta y la división internacional no ayuda. Una sensación de impunidad está tomando fuerza.»
«Necesitamos diálogo y entendimiento, necesitamos una nueva agenda integral de paz», concluyó el secretario general ante decenas de líderes de países miembro de la ONU, que por primera vez desde la explosión de la pandemia volvieron a la sede en Nueva York para la inauguración de la 76 Asamblea General.