Unas 10.000 personas se manifestaron en la cabecera del puente que cruza el río Paraná y une las ciudades de Rosario y Victoria, Entre Ríos, para reclamar que se terminen los incendios en las islas y la aprobación de la Ley de Humedales.
Más temprano, unos 200 productores ganaderos y puesteros de la zona de las islas del delta se manifestaron del lado entrerriano del puente, con sus caballos para exponer que ellos no son los culpables de los incendios. La justicia federal de Paraná citó a declarar a los dueños de las tierras donde el fuego provocó serios daños a la flora y la fauna, luego de varias denuncias, entre ellas la del intendente de Rosario, Pablo Javkin, que se presentó como querellante.
Ley de humedales
«Estamos pidiendo el cese inmediato de las quemas, castigo efectivo a los responsables y la sanción urgente de una ley nacional de humedales que no solo proteja a nuestro delta del Paraná sino a todos los humedales del país», sumó.
Durante la mañana, unos 200 productores ganaderos y puesteros de las islas entrerrianas se congregaron en la cabecera del puente Rosario-Victoria, cerca del peaje del lado de Entre Ríos, para rechazar las acusaciones que apuntan a que ellos son los causantes de los incendios.
Enzo Vignale, uno de los propietarios de campos que fue citado por la justicia federal por su presunta responsabilidad en los incendios, rechazó que los ganaderos sean quienes provocan la quema de pastizales. «Estamos acá por la quema intencional en las islas. No sabemos quiénes son los responsables y encima nos acusan a nosotros», señaló al diario La Capital.
Los incendios se dan en un contexto particular, la escasez de lluvias y la bajante más aguda de los últimos 60 años del río Paraná, por lo que la vegetación está seca, lo mismo que las lagunas y bañados que con agua hubieran servido de contención de las llamas.
La situación llevó a un conflicto entre las provincias de Entre Ríos, que tiene bajo su jurisdicción el 80 por ciento de la superficie del delta, y Santa Fe, sobre todo Rosario, cuya población sufre la incidencia casi permanente del humo.