La mujer sacó una foto a su hijo de menos de un año y notó un reflejo blanco en su pupila. De ese modo detectó un mortal cáncer ocular muy difícil de diagnosticar.
Stacey DeClerk, una madre de 33 años del condado de Norfolk (Reino Unido), le tomó una foto a su pequeño hijo de menos de un año. Al ver la imagen, notó un reflejo blanco en su pupila derecha que, era una señal letal de un agresivo cáncer ocular que tenía el pequeño.
El cáncer ocular infantil es muy complicado de detectar. “Es muy difícil saber si hay algún síntoma, especialmente cuando los niños son muy pequeños”, destacó la madre y manifestó que no puede dejar de pensar en lo “afortunados” que fueron al identificar la enfermedad a tiempo.
Los médicos les ofrecieron una forma especializada de quimioterapia en el hospital londinense Great Ormond Street, que daba la esperanza de salvarle el ojo derecho al bebé.
“Dijeron que la quimioterapia intraarterial era la mejor opción, ya que supuestamente tiene menos efectos secundarios”. Se trata del segundo niño en Reino Unido en recibir este tipo de quimioterapia como primer tratamiento.
El tumor se redujo a la mitad, pero todavía existen posibilidades de recaída durante los primeros años de su infancia. El pequeño se encuentra ahora en rehabilitación.
“Estará allí por el resto de su vida, pero no podrá crecer una vez que llegue a los cinco años, porque el ojo estará completamente desarrollado y el tumor no podrá expandirse”, explica la madre.