l argumento es que culminó el contrato de alquiler del lugar pero los empleados no fueron notificados. En consecuencia diez personas perdieron su fuente laboral y sin percibir los haberes correspondientes a diciembre y enero.
El Hotel Biociti de Paraná cerró sus puertas y dejó en la calle a diez personas que trabajaban allí. A fines de enero finalizó el contrato entre el empresario que lo regenteaba y el dueño de la propiedad. Por un lado el problema para diez familias que perdieron su fuente de trabajo, sin cobrar además los sueldos correspondientes a los meses de diciembre y enero y el medio aguinaldo. Por otro se menciona que el lugar, hoy sujeto a refacciones, volvería a abrir sus puertas en el mes de marzo o abril y bajo el mismo rubro. En el lugar también funcionaba un centro de meditación denominado El Arte de Vivir, a quienes también se les anunció que podrían retornar al lugar en el mes de abril o marzo.
Hugo Permayú, secretario general de la seccional Paraná de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (UTHGRA), manifestó su preocupación por la situación planteada. «Se trata de un establecimiento que funcionaba en una propiedad que había alquilado un señor que sería Guillermo Sandler. Se le venció el alquiler de contrato que tenían y no se lo han querido renovar. Ese es el argumento del empresario», mencionó el dirigente.
Cabe acotar que hay dudas en relación al lugar donde vive Sandler, ya que se argumenta que sería oriundo de Chajarí. «La verdad que no lo conocíamos como empresario de la actividad», explica Permayú. «Lo lamentable-expresa- es que había diez trabajadores padres de familia que quedaron en la calle, y lo más grave de todo es que hasta la semana pasada no habían pagado salarios ni había llegado a un acuerdo con los trabajadores. O sea, como que cerró de un día para el otro y dejó a la gente en la calle».
Hasta el momento desde UTHGRA preocupa la situación porque «no hemos podido tener conversaciones con el dueño, no se lo pudo ubicar, incluso fuimos al lugar en dos o tres oportunidades para hacer inspecciones junto al Ministerio de Trabajo y no lo encontramos. Está todo cerrado, hay una persona allí que nos dice que él no tiene nada que ver, que quien regenteaba el lugar cerró y se fue. Y dicen que va a haber otro emprendimiento hotelero, pero no lo podemos confirmar aún».
En cuanto a los trabajadores dice que «había nueve trabajadores en blanco y seguramente algunos más sin registrar como lamentablemente pasa en muchos lados. Solamente tenemos como dato fehaciente que se terminó el contrato y no se lo renovaron. Citamos al empresario y no vino nunca. Evidentemente al cerrar de un día para otro estaban ocultando esa realidad. Nosotros ahora estamos apoyando a nuestros trabajadores que están bajo la tutela de nuestros abogados y vamos reclamar todo lo que corresponda. Tanto indemnizaciones como salarios que no han pagado. Lo que le corresponde a cualquier trabajador».
Por último mencionó que «lo llamativo es que el hotel estaba trabajando bien, normalmente. El argumento es que no quería renovar el contrato. Tenían una muy buena cocina destinada a comida sana, lugar para meditación, tenían una buena ocupación hotelera y estaban trabajando muy bien».
Por lo pronto el personal tuvo que iniciar nuevos emprendimientos. Por ejemplo delivery de comida vegetariana, elaborada por los cocineros de Mahindra, el restaurante del Hotel Biociti. El exdueño del lugar tendría un vivero en el norte entrerriano.
Mientras tanto el hotel de calle Racedo al 200 muestra un cartel que dice «cerrado por refacciones», y espera por un nuevo emprendimiento, al margen que diez familias esperan cobrar sus sueldos e indemnizaciones.