Los índices a nivel Nación, Ciudad y Provincia se incrementaron exponencialmente desde mediados de diciembre. Preocupa la velocidad del ritmo de contagios, similar a los peores momentos de la pandemia en el país.
La reunión sorprendió porque no estaba en la agenda presidencial, sino que fue convocada de apuro. Alberto Fernández recibió este miércoles a Axel Kicillof y a Horacio Rodríguez Larreta para analizar los pasos a seguir ante el aumento de casos de coronavirus. Y unas horas más tarde, el reporte emitido por el Ministerio de Salud confirmó las preocupaciones: los contagios se multiplicaron en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) si se repara en los números exhibidos por el Gobierno hasta hace pocos días.
En las últimas 24 horas en la Argentina se registraron 11.765 casos, de los cuales 4761 fueron en la provincia de Buenos Aires y 1076 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Diez días atrás, el 20 de diciembre, las cifras alcanzaban la mitad y hasta un tercio en relación a las actuales: 4116 casos en total, de los cuales 1276 se reportaban en territorio bonaerense y 391 en la Ciudad.
Los índices de muertes siguen la tendencia: se notificaron 145 en las últimas 24 horas, mientras que hace 10 días se habían anunciado 50.
En la Casa Rosada explican este crecimiento a través de una combinación entre relajación social en los hábitos de conducta ante el virus y las aglomeraciones que se hicieron más visibles con la llegada de los encuentrso por fin de año. “Incluso la vacuna creo que tuvo un efecto contraproducente. A partir de que anunciamos su llegada, algunos que dijeron ´ya pasó´. No es así”, fue la observación que hizo Kicillof este miércoles en declaraciones a Radio con Vos. Su viceministro de Salud, Nicolás Kreplak, fue más directo: “Hemos retrocedido casi dos meses en estas dos semanas”.
En medio de este escenario, la temporada veraniega es otro tema que genera mucha inquietud. Mar del Plata, principal destino turístico del país, padeció este martes el día con mayor cantidad de casos desde octubre. Y los destinos más chicos y con menor infraestructura corren un riesgo todavía mayor. “Si hay un brote en una ciudad chica, enseguida la saturación hospitalaria se evidencia. Yo temo que una familia, ilusionada después de un año duro, quiera vacacionar y, de repente, un intendente dice ‘no entra más nadie a mi pueblo’”, sentenció el especialista.
Fernández, Kicillof y Larreta coincidieron en hacer un llamado a la población para que se “extremen los cuidados” y no se descarta ordenar nuevas restricciones si la curva no cede. Por ahora, el Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio (DISPO) rige en el país hasta el 31 de enero.