El mexicano está detenido en Estados Unidos desde enero. Las autoridades buscan que no siga manejando su cártel desde la cárcel.
El líder del cartel de Sinaloa seguirá preso en su celda individual. Los abogados de «El Chapo» reclamaron que su cliente pueda salir del ala de máxima seguridad para relacionarse con los demás reclusos. Pideron también que pueda recibir visitas.
Según declaraciones del juez norteamericano que denegó la petición, esta medida es necesaria «para garantizar que el acusado no logre coordinar una fuga de prisión, dirigir actos de violencia contra cooperadores ni ningún aspecto de las actividades del cártel de Sinaloa». El preso no esta incomunicado, se le permite contactarse con su esposa, aunque solo a través de cartas que deben ser revisadas por agentes federales.
Los abogados de Guzmán declararon que las condiciones de la cárcel son inhumanas, sin embargo, el gobierno se jacta de que es un lugar perfecto para alguien que ya se fugó dos veces de una prisión en México.
El sucesor del cartel, Dámaso López, fue detenido a principios de esta semana en México. López llegó a ser la mano derecha de «El Chapo» después de ayudarlo a fugarse del penal de Puente Grande en 2001 pero, cuando Guzmán fue detenido, Lopez terminó la relación con los herederos del cartel y buscó convertirse en el nuevo dueño del imperio del narcotráfico.