Sigmundur David Gunnlaugsson, implicado en las filtraciones, había solicitado disolver el Parlamento. Hoy comunicó su dimisión al cargo
El escándalo internacional desatado por las filtraciones de los Panamá Papers se cobró su primera víctima política. Se trata de Sigmundur David Gunnlaugsson, primer ministro islandés, quien debió renunciar a su cargo y abandonó el Parlamento corriendo. Las manifestaciones se suceden a diario en el país.
Al mandatario se le descubrió una sociedad offshore registrada en las oficinas de Mossack Fonseca, la cual no había sido declarada y tenía movimientos de dinero. Gunnlaugsson fue consultado sobre este tema en una entrevista pero se vio acorralado y debió abandonarla.