Sentencia histórica en Entre Ríos. El exconductor radial fue declarado culpable de mantener en cautiverio y explotar sexualmente a una menor
Gustavo Alfonzo fue condenado a 10 años de prisión luego de que el Tribunal Oral Federal de Paraná lo encontrara autor material y responsable del delito de trata de personas con fines de explotación sexual. Los cargos estuvieron agravados por la situación de vulnerabilidad, por haber consumado la explotación sexual y porque la víctima es menor de edad. La próxima semana se darán a conocer los fundamentos de la sentencia.
Resta conocer si el exconductor radial cumplirá la condena de manera efectiva -en la cárcel- o si será beneficiado con la prisión domiciliaria, dado que padece diabetes. Alfonzo habló en exclusiva con el Nueve luego de la sentencia y adelantó que, junto a su abogado defensor Mario Franchi, presentarán el recurso de casación ante la Cámara Federal de Apelaciones de Paraná. En su alocución previa a la lectura de la sentencia, volvió a negar los hechos e implicó al intendente de Concordia: “A Enrique Cresto que le hizo el amor y le pegó, ¿no lo llamaron?”, dijo.
La Fiscalía, a cargo de José Ignacio Candiotti, había solicitado 12 años de prisión, así como también que el expediente se remitiera al Juzgado Federal de Concepción del Uruguay para incluir en una nueva causa otros posibles responsables y víctimas. Por su parte, el abogado querellante, Daniel Cedro, había pedido 13 años.
“Estoy ajustado a derecho. No voy a aceptar jamás lo que ha dicho la madre -de la víctima- porque ha fabulado, ha mentido, y esto en algún momento va a quedar demostrado. Vamos a seguir hasta las últimas consecuencias para poder lograr que se haga justicia como corresponde. Todo es mentira. Vamos a llevar adelante este trago amargo“, aseguró Alfonzo.
El ahora condenado por trata de personas con fines de explotación sexual fue detenido en noviembre de 2014, luego de que la Policía encontrara en su departamento a una adolescente de 16 años, la cual estaba siendo intensamente buscada por su madre. Tras su hallazgo, la joven denunció haber sido explotada sexualmente en ese lugar durante su cautiverio.