El bono de fin de año de hasta 3500 pesos que cobrarán los trabajadores estatales de la Nación representa apenas el 12 por ciento del poder adquisitivo que los empleados de la administración pública nacional perdieron en 2016 por el avance de la inflación.
Así se desprende de un informe que elaboró el Instituto de Estudios de Estado y Participación (IDEP) de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE). Según el reporte, los trabajadores del estado perdieron un sueldo promedio en el año por la diferencia entre las paritarias y la suba del costo de vida. En otras palabras, la inflación se comió el aguinaldo de los empleados públicos.
ATE rechaza la implementación del plus salarial que acodaron el Gobierno y la Unión de Personal Civil de la Nación (UPCN), el sindicato estatal mayoritario, y pide la reapertura de paritarias.
«El consumo no arranca porque la gente tiene un sueldo menos en el bolsillo», afirmó Horacio Fernández, integrante del Consejo Directivo Nacional de ATE. «Y este es el universo de los trabajadores formales; entre los informales, la situación es peor», agregó.
La paritaria de los trabajadores estatales fue una de las que más perdieron contra la inflación en 2016. Según un informe del Centro de Estudios del Trabajo y el Desarrollo (CETyD) de la Universidad Nacional de San Martín, los trabajadores deberían percibir un bono de entre 13.000 y 21.000 pesos para compensar la pérdida de poder adquisitivo, de acuerdo a lo que negoció cada sector.