Paraná

Afirman que en calles sin árboles, la temperatura aumenta hasta nueve grados

En muchas calles de Paraná no hay árboles. Por estos días el calor resulta agobiante y más cuando se transita por zonas como el microcentro, donde la temperatura puede aumentar hasta 9 grados, respecto de otros lugares, según profesionales.

 

En la semana que finalizó, se vivieron jornadas en las que la sensación térmica superó los 40º. Quizá el agobio que producen las altas temperaturas motivó que en las redes sociales circularan fotografías de numerosas calles de Paraná donde no hay forestación.
Al respecto, la ingeniera agrónoma Mercedes Cagnani señaló que hay estudios que afirman que en las calles donde no hay árboles la temperatura puede subir entre 4º y 9º. La investigación pertenece a la cátedra de Espacios Verdes de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Entre Ríos, y contó con la dirección de la ingeniera y docente María Silvia Carponi.

En calles arboladas, el aire es más refrigerado, y hay un nivel de descenso de temperatura en comparación con las otras. Esto a su vez, tiene repercusiones en el cambio climático.

Santa Fe, 25 de Mayo, San Juan, Gualeguaychú, Echagüe, Carbó, son ejemplos de calles que a lo largo de extensos tramos no cuentan con ningún árbol donde encontrar reparo en días como los que se viven.

Pero no se trata sólo de sombra. El arbolado público urbano cumple funciones de suma importancia como la producción de oxígeno y la absorción de dióxido de carbono. Al mismo tiempo, reduce significativamente la velocidad y el volumen del agua ocasionada por las lluvias, disminuye la contaminación visual, amortigua los sonidos y sostiene la biodiversidad. Esos son algunos de los puntos que señaló Cagnani, a lo que agregó que «hacen de barrera de gérmenes, pero además generan un bienestar estético, psíquico».

En términos generales, sostuvo, contribuyen a mantener una buena calidad del aire, porque los árboles receptan sobre sus hojas gran cantidad de polvo atmosférico.

«Hoy hablamos de la temperatura porque hace calor y lo sufrimos todos, en especial los que caminamos en el centro de Paraná, porque no hay árboles y faltan espacios verdes», indicó.
A propósito de esta situación, desde 2013 la ingeniera realiza desde una inquietud personal, un relevamiento de fotos de las calles más desprovistas.

«En muchos lugares se trabaja en estos temas, por los beneficios que trae. No significa que falten árboles. Los estudios que hay al respecto son varios. Ecourbano estableció hace algunos años que hay 65 mil árboles en Paraná, lo que está bien. Lo que surge es que la distribución no es buena y están faltando especialmente en lugares donde se produce mayor concentración de autos como en el centro o en la Peatonal», explicó a El Diario.

En una entrevista realizada por la el periódico digital de la Universidad Nacional de Entre Ríos, la ingeniera María Silvia Carponi señala que el arbolado de alineación (árboles que se alojan en las veredas o aceras), cumple distintas funciones además de jerarquizar el paisaje urbano. «Es importante considerar la importancia de la planificación para arribar a una propuesta coherente que responda a las expectativas, mejore la calidad de vida y preserve el entorno para dar solución al problema ambiental», explicó. En ese sentido, «se destaca la importancia de contar con especies adecuadas que requieran menos cuidado, afecten lo menos posible el tránsito peatonal y vehicular y posean mayor resistencia a las enfermedades», afirmó. Se trata, en resumen, de una cuestión de salud pública.

Lo que se busca, indicó, es «volver hacia lo autóctono o nativo. Pero la gran cuestión es que no existe un árbol nativo del ambiente urbano. Existen árboles nativos de río o de la región de espinal, en nuestra provincia. Pero el clima y el ambiente que esos árboles tienen, no son el mismo clima y ambiente de la ciudad», especificó. «El árbol de vereda debe ser producido para estar en la vereda. Debe tener entre uno y tres años de preparación. Se va limpiando el tronco hasta 1,80 metros, que no quede ninguna yema, se va podando y se deja que la copa empiece a esa altura. Cuando se ponga en la calle va a ser un árbol de unos 2,50 metros de alto limpio. No cualquier especie lo cumple», informó.

Falta de conciencia
Mercedes Cagnani hizo mención a la política ambiental de conservación del arbolado público urbano como patrimonio natural y cultural y señaló que se trata de una tarea de todos. «Tenemos todas las condiciones para hacerlo: buenos profesionales en las áreas municipales de espacios verdes y Vivero municipal, cátedras abocadas al tema en la universidad y legislación. Lo que nos falta es conciencia», sostuvo. En esta tarea, la participación de los vecinos es fundamental, con conductas responsables e informadas sobre la preservación y cuidado del arbolado público.

La profesional recordó un hecho significativo con el que decidió cerrar la entrevista, para ejemplificar cómo los árboles inciden en la vida de las personas. Trajo de la memoria el momento en el que un grupo de gente, «con la conducción de la Asociación Amigos del Árbol y directivos provinciales Responsables de la Donación de Sangre, plantaron los fresnos de calle La Paz, entre Rioja y San Luis, con el fin de brindar un espacio verde y frescura a los familiares de pacientes del Hospital Materno Infantil San Roque y brindarles un alivio», dijo y concluyó con alegría que en 2016 ese gesto se volvió una «misión cumplida».

Legislación
Algunas normas que protegen los árboles en la ciudad
-Ordenanza N° 8218. Establece el régimen para la preservación, recuperación, mejoramiento y demás aspectos relacionados a lo atinente al arbolado público de la Ciudad de Paraná.
-Ordenanza Nº 7.435. Declara de utilidad pública e interés comunitario, la preservación, defensa, mejoramiento, ordenamiento, ampliación y recuperación de espacios verdes públicos de la ciudad.
-Ordenanza Nº 9.026. Crea el «Cuerpo de Cuida Árboles-Inspectores Honorarios» del municipio. Sus integrantes tienen la investidura de «Inspectores municipales», cuidando el cumplimiento de la ordenanza Nº 7.435.

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