El atentado tuvo un saldo de un muerto y tres heridos. El episodio se produjo a once kilómetros del hotel donde se aloja la Selección.
El terror no cesa ni reconoce fronteras. Tras los atentados en Londres, un miembro del ISIS trasladó el pánico a Melbourne, donde asesinó al menos a un hombre y tomó como rehén a una mujer poco antes de ser abatido.
El hombre intentó negociar con la policía, que finalmente lo mató durante un tiroteo en el que resultaron heridas tres agentes. Antes de morir se comunicó por teléfono con la emisora TV Channel Seven News de Melbourne, precisando que había actuado «en nombre de Al Qaeda y del Estado Islámico».
Horas más tarde, el EI reivindicó el ataque, informó Site, el portal que sigue la actividad de grupos terroristas, citando a Amaq, la agencia de noticias de los yihadistas. El atacante «es uno de los nuestros», afirmó el Estado Islámico.
«El ataque de Melbourne, Australia, ha sido realizado por un soldado del Estado Islámico en respuesta al llamamiento a atacar a sujetos de los estados de la coalición», añadió el grupo yihadista a través de un comunicado publicado por Amaq.
El atacante fue identificado por el cuerpo de antiterrorista como Yacqub Khayre. Ya estaba en la mira de las autoridadees por haber intentado atacar una base militar. «Esta persona tiene antecedentes en materia de terrorismo, aunque hace algunos años», señaló el comisionado Graham Ashton.
En tanto, Australia, firme aliada de Estados Unidos y su campaña contra el Estado Islámico en Siria e Irak, está en estado de alerta desde los ataques perpetrados por milicianos nacidos en el país que regresan de combatir en Oriente Próximo.