La historia de Efraín, el nene de Chaco que terminó la primaria como abanderado y debía caminar 6 kilómetros para ir a la escuela recorrió el mundo. «El teléfono suena desde temprano y no para», dijo una maestra del niño.
Gracias a las redes sociales una foto puede dar la vuelta al mundo en un instante. Gracias a las rede sociales, un historia puede llegar hasta millones de hogares y generar así un conmovedor aluvión solidario. Todo eso pasó con Efraín, el nene chaqueño que terminó la primaria como abanderado y cuya imagen emocionado junto a su abuelo se viralizó. Hoy, los teléfonos de los maestros y directores del colegio recibieron llamadas desde Alemania, Italia y hasta China ofreciendo bicicletas, útiles escolares y zapatillas.
«El teléfono suena desde temprano y no para. Estamos sorprendidos con lo que pasa, no lo podemos creer», cuenta María Medina, docente de la Escuela N° 239 del paraje rural Pampa Chica, en Chaco. La maestra cuenta que todavía no recibieron ninguna donación física, pero que muchísima gente ya se contactó para ofrecer su ayuda.
«Desde China nos llamó un hombre argentino que vio la noticia por internet y que nos preguntó qué necesitamos. Le dijimos que lo más importante son bicicletas, calzado y útiles escolares. No sólo para Efraín, sino para muchos de los nenes que se egresaron con él haciendo el mismo esfuerzo y superándose día a día», cuenta María, todavía emocionada.
También llamó un párroco que vivía en Pampa Chica y que hace unos años se fue a vivir a Italia: «Una persona muy solidaria que tuvo que viajar y que se enteró lo que pasaba acá ahora se comunicó y también nos dijo que iba a ofrecer su ayuda. Esto que pasa es muy lindo», relata a Clarín la docente.
La maestra María cuenta que la familia del nene no tiene ni televisión ni computadora y que cuando el abuelo fue a inscribir a su nieta para el año que viene le contaron todo lo que pasó con esa foto: «No sabían nada hasta ayer a la tarde. Cuando les contamos se quedaron mudos. Efraín me contó que no pudo dormir a la noche, está contento, nervioso, ansioso. Todo al mismo tiempo».
El nene junto a sus compañeros ahora irán a la secundaria, un colegio que está todavía más lejos que donde iban a la primaria: «Muchos terminan abandonando la escuela porque deben caminar más de 9 kilómetros. Entonces cuando hace mucho calor no van, si hace frío tampoco y si llueve menos. Son nenes súper inteligentes, pero la situación no les permite avanzar. Necesitamos que esto no suceda más».
Para terminar la primaria, Efraín y muchos de sus compañeros, debieron caminar los 6 kilómetros que separan a su casa de la escuela.