El Millonario se impuso 2 a 0 ante Matador en el Monumental. Los goles para el conjunto de Gallardo los anotó Mora a los 33´ de la primera etapa y a los 2´ del complemento. Con este triunfo, River sigue en la cima de la tabla de posiciones.
La pelota se traslada de un lado hacia el otro. River hace ancho el campo de juego. El marcador ya está cerrado, pero igual el público estalla y reconoce una acción que culmina de manera intrascendente. Aplauzos cerrados de un ‘Monumental’ que está enloquecido con el momento que atraviesa su equipo. El ‘Método Gallardo’ funciona a la perfección y la máquina está cada vez más aceitada. ¿Los malos momentos? Sólo un mal recuerdo que se ven de forma borroneada a lo lejos por un equipo que gana, gusta y hoy no goleó porque el arquero rival fue figura, a pesar de recibir dos tantos.
El elenco del «Muñeco» venció 2-0 a un Tigre que se vio ampliamente superado por un rival que lo ‘borró’ de la cancha. A decir verdad, el «Matador» no pateó al arco; Marcelo Barovero sacó platea preferencial y vio como la espuma del ‘Fútbol champagne’ subía minuto a minuto por el césped. Sin Teófilo Gutiérrez (está de gira con su Selección), Rodrigo Mora fue quien tomó el rol de goleador para firmar la tarjeta del resultado final, aunque varios nombres más se podrían haber sumado si García no hubiera tenido una buena tarde-noche.
La intención es siempre clara en el local. Dominio del balón constante con la explosión como principal aliada. No es un simple tema de posesión inocua, sino que busca que la pelota no esté más de unas milésimas de segundos en cada pie y que la movilidad constante de todos sus jugadores sea la que abra los espacios para que la bocha no quede estancada.
Así incomodó en algunas ocasiones a Javier García durante la primera media hora del encuentro, que por cierto, y al igual que todo el encuentro, se jugó de la mitad de cancha donde defendía Tigre. A los 35′ se terminaron las intenciones y se plasmaron en el resultado: Carlos Sánchez la bajó de pecho (sí, de pecho) para que «Morita» saque un zapatazo imposible de parar para el arquero. 1-0. River comienza a moldear el nocaut.
El ‘Método’ es claro: Kranevitter como perro de caza y el que pone ‘Play’ en el toqueteo. Pisculichi y Ariel Rojas son los creativos, los que tienen el poder para tener la bocha algunos segundos más que sus compañeros. Carlos Sánchez, Vangioni y Mercado le aportan la explosión por las bandas, que intentan culminar Boyé y Mora.
Cada minuto que pasa, el uruguayo se agranda y pasa de Mora a ‘Moradona’. Hace todo: presiona, juega, se tira atrás para pivotear, ayuda en la recuperación y se anota en la red. El segundo premio para su rendimiento llegó en los minutos iniciales del complemento. «Piscu» limpia rápido para Rojas, éste lo localiza a Mora y el ‘charrúa’, con sólo controlar el balón, desarticula a la defensa del «Matador»: mano a mano ante el ‘1’ y no falla. 2-0 para el «Millonario».
El resto del tiempo sirve para que la pelota corra y el público disfrute. El equipo siguió descorchando otro espumante, que lejos está de ser ‘gatorei’. Fútbol champagne y serio candidato al título. El triunfo es fundamental para aprovechar el ‘favor’ que le hicieron Vélez y Newell’s ayer al empatar. Tres puntos de diferencia en la cima, pero lo más importante es la enorme ventaja futbolística que tiene con sus rivales. River gana y gusta.