Una multitud acompañó esta tarde a las imágenes del Señor y la Virgen del Milagro por las calles de la ciudad de Salta en la tradicional procesión de las fiestas patronales, considerada una de las más convocantes del país.
Apenas pasadas las 16.30 partió de la Catedral Basílica Mayor la imagen del Señor del Milagro, ante el saludo de pañuelos blancos, banderas y aplausos emocionados, bajo un cielo prácticamente despejado en una cálida tarde.
Sobre su base ornamentada, como cada año, con claveles rojos, el Cristo Crucificado llegará hasta el monumento 20 de Febrero donde el arzobispo de Salta, monseñor Mario Cargnello, pronunciará la oración que renueva el pacto de fidelidad con los santos.
Previamente, a las 16, había salido del templo la imagen de la Virgen del Milagro, luego de que lo hicieran el cuadro de la Virgen de las Lágrimas y la cruz procesional, que abre el recorrido.
Los alrededores de la plaza 9 de Julio se vieron, como cada 15 de septiembre, poblados de fieles que llegaron a esperar la salida de las sagradas imágenes para agradecer, pedir y también para hacer promesas.
Esta mañana se realizó la última jornada del solemne Triduo de Pontificales, en el que el actual obispo de La Rioja y emérito de Orán, monseñor Marcelo Colombo, recordó que Salta abre las puertas cada año en estas fechas para “recibir a los peregrinos que vienen a la fiesta, con deseos de encontrar al Señor y la Virgen del Milagro”.
En el marco de la misa estacional del Triduo, que se celebró en el atrio de la Catedral Basílica Mayor de Salta, se interpretaron fragmentos de la Misa Criolla a cargo de Luis Benavides, del conjunto salteño Los Huayra y el artista Federico Maldonado, ante una gran cantidad de peregrinos.
La procesión en honor al Señor y la Virgen del Milagro es considerada una de las fiestas religiosas más convocantes del país y se estima que culminará cerca de las 20.30, cuando comience en la catedral la «misa del peregrino».
Casi 30.000 creyentes arribaron en estos días a la ciudad caminando, a caballo o en bicicleta desde distintos puntos de Salta y de provincias vecinas para participar de esta celebración.
Las intenciones de la peregrinación de este año son: “Para que anunciemos con alegría el Evangelio”, “Para que custodiemos la vida humana y la familia” y “Para que nos encontremos fraternalmente como pueblo argentino”.
La Fiesta del Milagro se desarrolla en Salta desde 1692 y todos los años convoca a fieles de todo el país y de naciones vecinas, que se acercan para rendir homenaje, pedir y agradecer los favores concedidos.
Pero su verdadero inicio data de fines del siglo XVI, cuando la imagen del Cristo Crucificado que encabeza las celebraciones llegó al Puerto del Callao, en Perú, tras el naufragio del barco en el que Fray Francisco de Victoria la había enviado con destino al templo mayor de Salta.
Victoria había estado en la fundación de Salta, en 1582, y diez años después mandó esta imagen a lo que hoy es la catedral y otra de la Virgen María hacia Córdoba, que finalmente llegaron a destino.
Un siglo más tarde, en septiembre de 1692, un fuerte temblor azotó el territorio de los que hoy es Salta. Los movimientos telúricos cesaron cuando el sacerdote José Carrión sacó al Cristo en procesión, por lo que desde allí se celebra cada año la Fiesta del Milagro.
El gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, que cada año participa de este acontecimiento religioso, canceló todas las actividades de su agenda oficial por duelo tras el fallecimiento de su sobrino Bautista Urtubey, de 17 años, en un trágico accidente