Las personas que arribaron de Italia en dos vuelos fueron sometidas a un cuestionario y firmaron una declaración jurada, pero no se les toma la fiebre a los pasajeros ya que autoridades sanitarias creen que esos controles no son efectivos.
Un vuelo de Aerolíneas Argentinas que había partido desde Roma y arribó este martes a las 5 a Ezeiza se convirtió en el primero en ser sometido a un protocolo especial para evitar el ingreso del coronavirus al país.
Tal como había anunciado el Ministerio de Salud, la aeronave fue ubicada en una plataforma remota y sus pasajeros contestaron preguntas del personal de sanidad, que subió al avión con guantes, barbijos y antiparras. Antes de descender de la máquina, las personas que llegan a Ezeiza deben firmar una declaración jurada en donde se detalla en qué países estuvieron, si tienen síntomas compatibles con la enfermedad que ya causó 2 mil muertes en todo el mundo o contacto con algún infectado.
A las 8 se repitió el protocolo cuando arribó otro vuelo procedente de Roma, de la compañía Alitalia, con más de 300 pasajeros a bordo. Facundo contó cómo fue el procedimiento: «Nos dieron un papel en donde había algunos ítems que teníamos que marcar sobre los síntomas que pudimos haber tenido en los últimos 10 días; también nos preguntaron en qué ciudades habíamos estado en los últimos 14 días y después nos dejaron ir».
«Está bien que confíen en la gente, pero yo creo que podrían haber subido a tomar la temperatura. Afuera del avión, sólo entregamos un papel y listo. No nos hicieron nada como para detectar si teníamos algo», planteó sorprendido el pasajero.