El dato no es menor, porque el actor había justificado los moretones que le produjo a su exnovia como una especie de maniobra de contención para que no prendiera fuego su casa. Pero no existen pruebas que avalen su testimonio.
¿Recuerdan la historia de la acetona? Bueno, no existió”. Quien lo dice es Gabriel Iezzi, abogado de Bárbara Vélez, y “la historia” en cuestión le pertenece a Federico Bal, quien había asegurado que su exnovia –durante aquella pelea tan violenta como tristemente famosa- había pretendido incendiar su departamento. Porque de acuerdo a lo probado en las pericias realizadas por bomberos de la Policía Federal Argentina, no hay restos de “líquido de combustión”, en el inmueble. Es decir, según los peritos, Barbie no quiso prender fuego nada, contradiciendo de esa manera lo que había declarado Fede en varias oportunidades ante los medios.
“(Barbie) agarró un encendedor y amagó quemarme la barba –contó Federico diez días atrás, en la revista Gente-. Tomó un quitaesmalte (acetona), lo tiró al piso de parquet y roció la ropa de un bolso. Prendió fuego al piso y se fue corriendo a la cocina. El mensaje televisivo es: ‘Dejala, andate y llamá a la policía’. Pero ponete en mi lugar. Si el fuego agarraba la ropa, en diez minutos había un incendio”.
Ante esa presunta circunstancia narrada por Federico–es decir, la amenaza de un incendio-, el hijo de Carmen Barbieri la agarró del brazo “para tranquilizarla”, y los moretones que salieron a la luz pública en la producción fotográfica. Pero de todo lo dicho no habría pruebas (sin líquido combustible no hay fuego posible), según consta en la causa que inició la propia Bárbara al denunciarlo por violencia de género.