Al igual que en Santa Fe, la Ciudad y la provincia de Buenos Aires, Paraná prohibirá el uso de bolsas de polietileno en los comercios. Se implementaría antes de fin de año. Actualmente, la mayoría de los hipermercados las cobra.
Antes de fin de año, se prohibirá en Paraná la entrega de bolsas plásticas no reutilizables por parte de supermercados, autoservicios y otros tipos de comercios.
Así lo confirmaron desde la Secretaría de Ambiente Sustentable de la Municipalidad quienes adelantaron que se está trabajando en un proyecto de ordenanza, a pedido del intendente Sergio Varisco.
La norma tendrá como propósito evitar materiales no reciclables, fomentar el uso de bolsas reutilizables y el cuidado integral del ambiente. La necesidad de reducir la cantidad de bolsas confeccionadas en polietileno, polipropileno o cualquier elemento artificial no biodegradable, que demoran entre 400 y 600 años en degradarse.
«Estamos trabajando sobre un proyecto de prohibición que podría entrar en vigencia antes de fin de año», señalaron a El Diario.
Lo que se busca evitar son «las bolsas de un solo uso», como se denominan las que comúnmente se entregan en los supermercados.
Aunque en los últimos meses las principales cadenas de hipermercados que trabajan en nuestra ciudad han modificado sus políticas de entrega de bolsas. Algunas firmas comerciales han comenzado a cobrarlas y de esa manera pretenden incentivar el uso de changos o bolsas de tela.
«Nosotros cobramos las bolsas. Hay clientes que optan por llevar sus propias bolsas o nos piden cajas para transportar sus compras», dijo Fernando Maffone, gerente de la sucursal Paraná de Walmart.
Lo mismo sucede en las sucursales de Carrefour. No así en el local de Coto donde las bolsas todavía se entregan en forma gratuita.
Los precios van de los 40 centavos a 70 centavos, según el tamaño. Mientras que las bolsas de tela rondan los 8 pesos.
De media hora a 400 años
Una bolsa de un solo uso, o camisa como también se las llama, que habitualmente se entregan con las compras tiene una vida útil ínfima: quizás la media hora que nos demanda llegar desde la caja del súper hasta la cocina de nuestra casa. Sin embargo, su existencia puede llegar a los cuatro siglos que es el tiempo en que tarda en degradarse.
Se calcula que cada comprador recibe un promedio de 400 bolsas por año.
Las normas que prohíben el uso de bolsas polietileno se fundamentan en el cuidado del medioambiente. Pero, en ese sentido, habría que advertir también la proliferación de envases plásticos de gran cantidad de productos y que también se desechan a diario sin reciclar.
Por ello, algunos países consideran que lo más eficaz resulta combinar varias estrategias. Por un lado, trabajar con los fabricantes para que reduzcan el exceso de envasado. Por otro, forzar a los comerciantes a que dejen de repartir bolsas sin control. Y, por último, concientizar a los consumidores para que utilicen contenedores reutilizables (cajas plegables o bolsas de tela).