Ante el Presidente, el arzobispo de Buenos Aires habló de «promesas incumplidas y fracasos» en la celebración religiosa por el 25 de Mayo en la Catedral Metropolitana.
El arzobispo de Buenos Aires puso el eje en la pobreza al brindar una homilía que incluyó algunos pasajes con duros cuestionamientos a la realidad social y económica del país, como viene haciéndolo a menudo la Iglesia Católica.
«Comparto que muchos pueden pensar que no hay motivos para hacer fiesta patria cuando buena parte de nuestro pueblo no se siente invitado porque no posee igualdad de oportunidades y carece de lo necesario para una vida digna buena parte de nuestro pueblo no se siente invitado porque no posee igualdad de oportunidades y carece de lo necesario para una vida digna
En primera fila escucharon su mensaje el Presidente de la Nación y su esposa, Juliana Awada. Detrás de ellos estaban las autoridades de los restantes poderes del Estado y el gabinete casi en su totalidad.
«Dolorosamente aprendimos en nuestra historia que la inequidad genera violencias», continuó Poli. Y agregó: «La solución a nuestros desafíos internos, que algunos llaman deuda social, depende de nosotros; para eso es conveniente volver a apostar y confiar en las reservas morales espirituales de nuestro pueblo, como en su capacidad de trabajo en ingenio científico».
Cuando faltaban 15 minutos para las 10 de la mañana, Macri llegó a la Casa de Gobierno junto a la primera dama. Lo estaba esperando el equipo de ceremonial, que le colocó la banda presidencial. Al jefe de Estado se lo notó de buen humor luego de la descompensación que complicó su viaje a Ecuador.
Tras un breve desayuno de chocolate caliente y churros con los ministros y funcionarios de su Gabinete en el Salón de los Bustos de la Casa Rosada, el líder del PRO caminó los 250 metros que separan la Casa de Gobierno de la Catedral Metropolitana.
Macri colocó una ofrenda floral en el mausoleo donde descansan los restos del general José de San Martín. Luego ingresó a la nave principal de la Catedral para escuchar las palabras del arzobispo porteño, Mario Poli, en el tradicional tedeum por el 25 de mayo.
Una vez concluida la ceremonia, Macri y los ministros del Gabinete volvieron a la Casa Rosada para encabezar un almuerzo con organizaciones barriales y sociales convocadas por la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley.
El tradicional locro patrio y los pastelitos con dulce de membrillo se servirán en el Museo Casa Rosada, ya que ante el pronóstico de lluvia se decidió hacerlo en ese lugar y no en la Residencia Presidencial de Olivos.
El sábado continuarán los festejos con una campaña solidaria
Los festejos oficiales por el 207 aniversario de la Revolución de Mayo tendrán lugar el próximo sábado, con un megadesfile organizado por el Ministerio de Defensa que se realizará a lo largo de la Avenida del Libertador, desde el barrio porteño de Palermo hasta el de Belgrano.
Más de mil músicos de las Fuerzas Armadas de Argentina, Bolivia, Chile, España, Estados Unidos, Francia, Italia, Marruecos, Paraguay, Perú y Uruguay, y unos6 mil militares, acompañados de veteranos de la Guerra de Malvinas, serán parte del desfile, que partirá a las 11 desde Avenida del Libertador y Salguero hasta el Campo Argentino de Polo, situado en el cruce de esa avenida y Dorrego.
La columna que recorrerá esa avenida estará acompañada por un desfile aéreo que estará a cargo de unos 20 aviones de la Fuerza Aérea y de la Armada.
Luego está previsto un espectáculo musical que tendrá lugar a partir de las 14:30, en el Campo Argentino de Polo, al que podrá asistir el público en general de manera libre y gratuita, aunque con acceso limitado por cuestión de espacio.
En el Campo Argentino de Polo se recibirán donaciones de alimentos no perecederos y artículos de limpieza para las personas afectadas por las inundaciones que tuvieron lugar en los distintos puntos del país, en el marco de una campaña de recaudación solidaria a la que se convoca a participar a la sociedad.