El actor, que saltó a la popularidad mundial con ese filme, reveló que filmará la segunda parte en 2018.
«Top Gun», de Tony Scott, fue la película más taquillera de 1986: en su primer fin de semana recaudó más de ocho millones de dólares. La película resaltó por sus imágenes aéreas y su inolvidable banda sonora (ganó un Oscar por la canción «Take my Breath Away») e hizo popular mundialmente a un joven Tom Cruise, de 24 años. A 31 años de aquel éxito, Cruise confesó: “Ya está pasando, definitivamente estamos en eso. Ahora es verdad. Se viene Top Gun 2”.
En medio de una entrevista en un canal australiano (y en plena gira promocional de la película «La Momia»), el actor estadounidense reveló lo que era un secreto de Hollywood e hizo delirar a los fans del filme. Volverá a encarnar a Pete “Maverick” Mitchell, aquel explosivo y talentoso piloto de guerra que enamoró a su instructora Charlotte “Charlie” Blackwood, interpretada por Kelly McGillis.
El desafío de la secuela será aggionarse: en 1986 la historia estaba enmarcada en la posguerra de Vietnam. Ahora Estados Unidos usa drones y enfrenta otros conflictos bélicos.
Cruise (en realidad llamado Thomas Cruise Mapother), cumplirá en julio 55 años. Desde hace años viene sorprendiendo por sus cambios de imagen al estilo Renée Zellweger. Meses atrás se lo vio con un rostro particularmente hinchado, aparentemente producto de un retoque estético.
Criticado por su polémico comportamiento (años atrás admitio que se comió el cordón de su hija recién nacida, Suri, porque era “muy nutritivo” y hasta aconsejó comer placenta) Cruise sigue siendo integrante de la Iglesia de la Cienciología. Con este nuevo proyecto cinematográfico busca recuperar el reino perdido.
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El proyecto de «Top Gun 2» fue un sueño fallido durante años. Nunca llegó a rodarse por distintas circunstancias. Una vez, por ejemplo, poco antes de terminar las negociaciones entre la Paramount y el Departamento de Defensa, un escándalo sobrevoló al rubro areonáutico. Varios aviadores habían violado a unas chicas en un hotel del sureste asiático, por lo que la Armada preferió evitar cualquier publicidad.
Pocos saben que durante el rodaje de «Top Gun» hubo una tragedia. Un piloto (Art Scholl) sufrió un accidente y se hundió en el Océano Pacífico. Aparentemente el peso extra de las cámaras hizo que la fuerza centrífuga lo retuviera en un giro en espiral hacia su muerte. Nunca se recuperaron ni el avión ni el cuerpo. En los créditos, al final de la película, se lee la frase “esta película está dedicada a la memoria de Art Scholl”.